Pérez Manetti, que sufró una fractura en el primer partido, Tomás Sackman, Seba Vazquez y el kinesiólogo Joaquín Olaizola, con la Copa de Plata
Sebastián Vázquez siempre toma con particular entusiasmo las convocatorias del seleccionado para el Seven de la República. Desde la primera vez que integró un plantel de la Urmdp para jugar en Paraná, se llevó la mejor impresión del torneo y participó cada vez que tuvo oportunidad. Como aquella vez en 2010, cuando alcanzaron la final y cayeron derrotados ante Buenos Aires.
Desde que conoció su convocatoria en el preseleccionado de este año, el veloz back de Los Cardos se embaló con la idea de volver a jugar el Seven de la República, concurrió a cada entrenamiento, y finalmente fue confirmado por los entrenadores para viajar a la capital entrerriana. Además de su experiencia, Vázquez parece un jugador ideal para el juego de seven, ya que reúne velocidad, potencia y un tackle muy eficaz.
Recién llegado de Paraná, con el cansancio acumulado por haber jugado la totalidad de los minutos en los seis partidos y las 13 horas del viaje de regreso, Vázquez contó las sensaciones que le dejó la conquista de la Copa de Plata con el Trébol: “La pasamos bárbaro. Lo mejor de todo fue el grupo que formamos. Casi sin haber entrenado todos juntos, de hecho la única práctica fue el jueves, en Paraná, logramos una unión muy buena. Sólo tres habíamos jugado este torneo alguna vez (Vázquez, Rafael Riego y Tomás Lanfranconi), el resto no tenía idea de qué se trataba, pero le pusieron más ganas que nosotros. Pasamos casi cuatro días todos juntos, divirtiéndonos mucho. Y ese clima que se generó sirvió para bancarnos unos a otros en la cancha”
-¿Esperabas tener tanto protagonismo en el equipo?
-Me parece que me pesó la experiencia… era el más grande del plantel. Pero me encanto haber jugado todos los partidos. Además, después del desgarro de Lanfranconi, cuando salía Rodrigo Iza quedaba yo como capitán. Y eso me hacía sentir más presionado, pero en el buen sentido, porque me daba más fuerza para jugar”.
-Cuando pasaste a jugar de back llegaron los tries.
– Si. Y en los partidos más lindos, los que definieron todo. Había hecho uno el viernes, en el partido que perdimos con Entre Ríos, pero después pude hacer dos contra Córdoba y uno en la final con Santiago del Estero. O sea que sirvieron para avanzar y ganar la Copa de Plata”
-¿Se facilitan las cosas estando Riego en la cancha?
– Cada vez que juego con Rafa me parece que lo hace mejor que la vez nterior. En este torneo la “rompió”. Encuentra espacios donde no hay y te deja solo para correr al try. Contra Santiago del Estero, en la final, me dejó mano a mano con un rival y fue try. Pero más allá de las individualidades, creo que tuvimos todos un muy buen seven. No daban mucho por nosotros, habíamos entrenado poco, pero cumplimos. Con Rosario sentí la diferencia de nivel, pero con el resto estuvimos parejos o los superamos.
-Cuáles fueron las virtudes del equipo en cuanto al juego?
– En ataque nos fue muy bien cuando la pelota iba y venia de lado a lado. La hacíamos correr y si no era la segunda, a la tercera cortábamos la marca. En defensa marcamos siempre cerrados, con más gente por el centro. Si nos hacían tries era por afuera, pero les costaba. Sólo Rosario nos quebró por el medio.
