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Fito Gastaldi hizo una evaluación de su gestión

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Fito Gastaldi habló de su designación como vocal de la UAR.

Hace pocos días, Rodolfo Gastaldi fue confirmado para integrar el nuevo Consejo Directivo de la Unión Argentina de Rugby, como uno de los vocales titulares de la lista única que encabeza el rosarino Carlos Araujo, y que será ratificada por la Asamblea General de la UAR. Con esta designación, que le devuelve a la Unión de Mar del Plata un lugar en la mesa directiva de la entidad que rige el rugby en nuestro país, el dirigente de Los Cardos seguramente dejará el cargo de presidente de la Urmpd, aunque las condiciones de ese alejamiento las evaluará conjuntamente con los miembros del consejo.
Gastaldi se refirió a este nuevo desafío como dirigente de rugby: “Habíamos perdido el lugar hace un par de años y por suerte lo recuperamos. Es importante tener presencia el Consejo Directivo de la UAR a la hora de tener voz y voto para muchas cuestiones, como las sedes de los partidos, los encuentros internacionales, el Campeonato Argentino. De otra forma, la Unión depende de las relaciones con algún integrante del Consejo para hacer valer sus opiniones o intereses.
«Lo conozco mucho a Araujo, el me pidió para ocupar ese lugar, y el Consejo estuvo de acuerdo. Sólo falta que la Asamblea de la UAR lo ratifique para que sea oficial. Lo bueno es que en esta elección no hubo tanto movimiento político. La última vez había sido bastante traumática, porque terminaron algunas uniones por un lado, otras por otro, con diferencias muy importantes de criterio. Con el tema del profesionalismo, el Interior quedó dividido en dos. Creo que Araujo tomó una buena decisión, de que todas las regiones estuvieran representadas en el Consejo, para que más allá de su importancia a nivel estructuras tengan voz en el lugar donde se deciden las cosas. Está claro que no todas tienen las mismas características y necesidades, pero la regionalización les da la chance de hacerse escuchar de alguna manera».
-¿Qué balance hacés de tu gestión al frente de la Unión?
-Creo que con el Consejo trabajó mucho, con mucha asistencia de los representantes de los clubes todas las semanas. Se trabajó en la parte de sponsoreo, en el Ciar. Tratamos de darle importancia a las capacitaciones, tanto de árbitros como de coaching. Pero sabemos que la gestión se juzga por la competencia. Es lo que los clubes más valoran y están pendientes de cómo son los campeonatos, de qué forma están diagramados, y como quedan ellos dentro de ese esquema. Lo cierto es que es muy difícil diagramar una competencia con clubes ubicados en puntos geográficos tan distantes y con realidades totalmente diferentes. Pasamos de clubes con todas las divisiones a otros que pueden presentar sólo una Menores de 15. La obligación de la Unión es darles competencia a todos, pero se hace muy complejo. Esa disparidad distorsiona los campeonatos, porque aparecen las fechas libres y hay muchos equipos parados los fines de semana.
Es casi imposible en esas condiciones conformar a todos. Yo me pongo en el lugar de un club que tiene todas sus divisiones, que no tiene competencia por uno o dos fines de semana, y entiendo que estén disconformes. Pero también hay que integrar a los clubes con estructuras más chicas, ellos también merecen competencia en alguna parte del año.
-¿Cómo está la Unión con respecto al Pladar?
-Mar del Plata está bien con el Pladar. Tal vez nos haría falta un espacio verde más amplio del que tenemos. Pero se armó un grupo de trabajo más que interesante. Lo están haciendo muy bien, y no lo decimos nosotros, sino que lo dicen los evaluadores de la UAR. Empieza a dar resultados, indudablemente, porque hoy en día tenemos tres o cuatro jugadores integrados a los seleccionados juveniles. La dificultad pasa porque el aporte de la UAR es concretamente escaso en relación a lo que te piden. Lo cierto es que tenemos un staff de 10 o 12 personas a las que hay que solventar económicamente, y se hace difícil. Al menos para uniones medianas como la nuestra, que no cuenta con apoyo oficial. Para la Unión de Salta por ejemplo, todo se facilita al tener el respaldo de la gobernación, que en los partidos importantes les pone un avión a disposición para trasladarse. Acá eso no pasa, y se vio el último Argentino lo que nos costó llegar de la mejor manera posible a lugares como Corrientes.
-Hubo muchas quejas y disidencias con respecto a la forma de competencia.
-Sé que muchos opinan que la competencia está mal armada, pero es lo que deciden los representantes de cada club. La Mesa de competencia está integrada por dos miembros del Consejo y por otros cinco que son enviados por los clubes, y ellos deciden la forma de jugar. También es cierto que cada equipo juzga la competencia de acuerdo a como quedó en el campeonato. Si terminaron arriba están conformes, si no, quieren cambiar todo. Está claro que a nadie le gusta viajar. En el caso de los clubes de Tandil, es algo que por la frecuencia de los viajes ya tenemos asumido, pero a los clubes de Mar del Plata les cuesta más. Pero contra eso hay poco que hacer, es la situación que se plantea en una Unión regional como la nuestra y es la única forma de integrarse.
-¿Qué se busca con los cambios en el formato de la competencia, sobre todo en juveniles?
-Básicamente lo que buscamos con este nuevo formato es encontrarle una solución a determinados aspectos que nos preocupan, como la deserción de jugadores juveniles. Hay una pérdida de chicos de 14 y 15 años de más de un 30 %, que se da en esa transición de un rugby social, si se puede llamar así, a uno más competitivo. En M14 hubo clubes que tuvieron no más de 9 partidos en el año. Son chicos que entrenan tres veces por semana y no juegan nunca, y es lógico que dejen el deporte. A esa edad a los chicos les gusta jugar partidos todos los fines de semana. En la transición de la M-15 a la M-17 se perdieron más del 30 por ciento de los jugadores.
Hay que intentar cambios para que se frene esta tendencia, aunque es cierto que nada es seguro. Uno de los cambios es que la M17 juegue los sábados. No hay dudas de que al jugador a esa edad le gusta jugar los sábados y además, creemos que al jugar el mismo día que el plantel superior, les da otra motivación. Así, se van a hacer dos bloques, de la M-19 con la M-17, y la 15 con la 16. La M-14 ya quedó para los sábados, y aspiramos a que los clubes puedan presentar una M15 formativa. Y también existe la posibilidad de que los partidos del domingo empiecen a partir de las 14, para que la gente tenga tiempo de acercarse a la cancha. Nadie asegura que estos cambios den resultado, aunque es fundamental intentarlos.
-¿Crees que los clubes están capacitados para asumir estos cambios?
-A algunos clubes se les va a dificultar tener cinco partidos en un día, pero tenemos que darle la derecha a los que han crecido en los últimos años y tienen una infraestructura que les permite recibir esa cantidad de encuentros sin ningún problema.
La M-14 va a tener dos encuentros obligatorios, uno organizado por la Unión y otro de club a club, aunque sin obligación de viajar. Por eso, los clubes de Tandil tendrán la posibilidad de jugar entre sí, lo mismo que los de Mar del Plata, aunque queda abierta la chance de que gestionen partidos entre equipos de diferentes ciudades. La disparidad en la cantidad de juveniles entre diferentes clubes es un problema concreto. Hay equipos que tienen 40 jugadores en la M15, y eso lleva a que tengan menos competencia de la esperada. Un chico de esa edad necesita jugar más minutos, no puede jugar medio tiempo o 20 minutos. Entran 15 y salen 15, cuando los clubes tienen una política de que jueguen todos, porque hay casos en los que muchos se quedan sin entrar a la cancha o directamente no son convocados para el partido.
-La diagramación de la competencia fue un poco desprolija el año pasado. Se va a intentar corregir esa falencia?
-Estoy de acuerdo con que el año pasado se dieron algunas desproligidades con la programación de la competencia, pero hay muchos factores que tienen que ver con esto y que son difíciles de manejar. Por ejemplo, este año se cerró el plazo de inscripciones, pero tuvimos que prorrogarlo porque muchos clubes no llegaron a anotar sus equipos. Nos pasa que con los equipos que tenemos inscritos armamos un fixture lo mejor posible, pero después se empiezan a bajar equipos, no se forman los que se habían comprometido, y hay que corregir todo sobre la marcha. Está claro que es desprolijo, pero muchas veces la responsabilidad no es de la Unión. Por ejemplo, con la menores de 19 el año pasado teníamos 10 equipos, la misma cantidad que la Primera, nos daban justo los partidos, sin fechas libres. Cerca del comienzo del torneo, Villa Gesell mandó una nota para informar que habían logrado juntar una 19. Hubo que diagramar todo otra vez con una fecha libre. Muchos sostuvieron que había que dejarlos afuera, pero tampoco se podía dejar sin jugar a esos chicos. Es muy complejo y es parte de la realidad de nuestra Unión. No hay nada que me moleste más que las notas rectificatorias de la programación original de los partidos, pero a veces es inevitable. Hay clubes que anotan dos categorías de juveniles y después no las pueden presentar. Por eso la Mesa de competencias es muy complicada. No digo que no haya cometido errores, aunque la responsabilidad en el fondo es del Consejo, pero muchas veces se encuentras con situaciones difíciles de resolver.
-¿Cuál es la idea para el seleccionado este año?
-La idea es darle una mejor preparación, que se prolongue durante todo el año. Por lo pronto, ya hay previstas cuatro fechas libres durante la competencia local para que se pueda juntar o armar algún amistoso. También queremos empezar a integrar a los chicos entre 20 y 22 años.
-Ya hay una idea que quién va a ser el entrenador?
– Todavía no está definido. Chichi Maldonado tomó el equipo el año pasado en una circunstancia un poco especial, por la sanción que tuvo Santiago Plaza y que le impidió hacerse cargo. Habrá que ver que resuelve el Consejo en este tema. La idea es definir cuanto antes el entrenador y empezar a juntar un plantel, tratando de incorporar a los chicos jóvenes que están surgiendo y se están destacando en sus clubes para que se vayan fogueando. Y en ese sentido va a ser importante la experiencia que les va a dar a muchos el Torneo del Interior. Creo que Plaza tiene las puertas abiertas como una posibilidad, lo mismo que otros entrenadores de la Unión.
-¿Cómo evaluaron el trabajo de Maldonado?
-Más allá de todo, creo que Maldonado hizo un buen trabajo, aunque no tuvo el tiempo necesario para desarrollarlo mejor. El mayor mérito que tuvo fue que armó un muy buen grupo, teniendo en cuenta que tenía seis o siete jugadores de afuera y que pudo hacer pocos entrenamientos con el plantel completo. El final, obviamente no fue el todos esperábamos. La verdad es que fue un golpe terrible. Perder la categoría de esa forma, después de tanto laburo y sacrificio que hicieron todos los jugadores, fue muy duro. Sobre todo después de haber hecho un partido muy parejo contra Rosario, y de ganar en Mendoza y en Corrientes. Fue muy extraño ese partido contra Alto Valle, con viento en contra el primer tiempo y una tormenta terrible en el segundo. No sé si los subestimaron o influyó alguna otra cosa, pero no fue un partido normal.
-¿Sirvió sumar a los jugadores que actúan en la URBA?
– Yo creo que sirvió. Más allá de lo técnico, tienen otra disciplina para entrenarse, para alimentarse, es algo que ya tienen incorporado y que a nuestros jugadores todavía les falta asimilar en muchos casos. Para mí le dieron un salto de calidad al seleccionado, más allá del resultado. Ahora hay que ponerse como objetivo el ascenso, que va a ser muy complicado por el formato del torneo. Van a ser dos zonas de cinco equipos, con uniones importantes como Cuyo o Santa Fe, y los primeros de grupo juegan una final por el único ascenso.
-Cómo ves al seleccionado juvenil?
-Los juveniles están en la parte final de la preparación. Juegan en un sistema nuevo, con un partido de local, otro de visitante, y después una fecha con todos los equipos concentrados en una sede. Es un equipo que tiene potencial para ascender y ese sería un resultado lógico, porque creo que tenemos el nivel para estar en la categoría superior, por cantidad y calidad de jugadores. Más allá de que en ese nivel, estamos lejos de uniones como Tucumán o la URBA. Creo que el tema a mejorar es el físico. El año pasado, en Santiago del Estero, eran más grandes los M17 de Tucumán que los M18 nuestros. Tenemos que entender que hay que mejorar lo físico para estar a la altura de las provincias más fuertes, porque en lo técnico no hay tantas diferencias.

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