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Bonavento contó su experiencia en Sudáfrica

logo-TO-150Las destacadas actuaciones en los dos últimos campeonatos argentinos juveniles jugando para el seleccionado de Mar del Plata, pusieron a Santiago Bonavento en la consideración de los selectores nacionales. Así, el primera línea de Los Cardos tuvo su primera chance internacional el mes pasado, cuando integró un combinado argentino Sub 18 que se presentó en el World Schools Festival 2018, en Paarl, Sudáfrica.

“No me esperaba la convocatoria. Me enteré después de un amistoso contra Salta con el seleccionado juvenil de Mar del Plata y no lo podía creer. Fui con pocas expectativas, pensé que no iba a jugar mucho, sobre todo porque el otro jugador que convocaron en mi puesto (el cordobés Nicolás Revol Pitt) era muy bueno. Pero empezaron los entrenamientos, fui ganando confianza y terminé siendo titular en el primer partido, que era el más importante porque jugábamos contra el colegio que organizaba el festival y que llevaba tres años invicto”, cuenta Santiago.

El tandilense recuerda el primer partido que disputó el combinado argentino, en el que se midieron con el colegio más fuerte de Sudáfrica y dieron la sorpresa venciendo por 19-10 al Paarl Boys’ High School.

“Entré de pilar izquierdo y pensé que en el primer tiempo me iban a sacar. Fui a la ronda con los jugadores en el entretiempo, esperaba que dijeran mi nombre para que entrara el suplente, pero nada, seguí adentro. Y en el segundo tiempo jugué pensando que salía en cualquier momento, pero seguí hasta el final. Eso me puso muy contento y me dio mucha confianza. En el segundo partido me tocó ser suplente, pero entré en el primer tiempo y después me lesioné el tobillo, por lo que no pude completar el partido”.

Una de las dificultades de Fernando Guatieri y su cuerpo técnico fue ensamblar en pocos días un plantel con jugadores de diferentes provincias, que nunca habían jugado junto y tenían pocos entrenamientos disponibles antes del debut: “Fue muy bueno cómo se armó el grupo en pocos días. Los entrenadores hicieron una concentración corta en un hotel y ahí hicimos diferentes actividades como para ir conociéndonos. Se armaron grupos y cada uno tenía que escribir sus objetivos personales. Después los entrenadores los leyeron para todos y empezamos a conocernos y a unirnos con objetivos en común. Yo llegué sin conocer a nadie, salvo a alguno por haberlo enfrentado en el Campeonato Argentino. Estaba medio perdido al principio, pero de a poco nos fuimos conociendo, sobre todo con los cordobeses”.

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Bonavento combina una gran fortaleza física, a pesar de no ser un primera línea demasiado grande, y una velocidad poco común en su puesto, algo que marca diferencias en los torneos de la Unión. Pero en Sudáfrica debió medirse con jugadores más fuertes y potentes, y para él fue un verdadero desafío: “Fue muy duro enfrentar a jugadores tan grandes y fuertes y quedaron un poco en evidencia algunos errores técnicos que tengo. Defectos que me marcaron muchas veces mis entrenadores, y con los que yo no entraba en razones. Me faltaba bajar el centro de gravedad para ganarles abajo, y muchas veces me trababan la pelota y me frenaban más fácil”.

Sobre el partido, Bonavento cuenta que “ellos eran mucho más fuertes, más grandes y tenían mucho más rodaje como equipo. Me sorprendió que un colegio tuviera ese nivel de juego. Pero los entrenadores nos plantearon una estrategia para atacarlos y nos dio resultado. Jugamos con mucha actitud en defensa y pusimos el juego en campo rival. Y tuvimos un pateador que metió todo para sacar la diferencia. A pesar de no haber entrenado mucho juntos, la defensa fue perfecta, los entrenadores nos felicitaron al final de partido por lo bien que presionamos y lo rápido que subíamos la defensa para no dejarlos progresar”.

El World Schools Festival 2018 no es solo una competencia de rugby, es también un evento social en el que confluyen los mejores colegios del mundo: “Se respira rugby en Sudáfrica. Todo el tiempo mirábamos un canal que pasa las 24 horas rugby. Cuando le ganamos al equipo anfitrión fue como una conmoción porque nadie se lo esperaba. Ellos venían invictos, celebraban 150 años del colegio y no podían perder. Cuando terminó el partido notamos que el ambiente estaba convulsionado, le habíamos ganado a un equipo muy fuerte. Y para el segundo partido, con otro de los colegios de Paarl, se vendieron todas las entradas en pocas horas. Nos alojamos con los italianos y con Boland, otro colegio muy conocido de Sudáfrica. Con ellos tuvimos muy buena onda y nos contaron muchas cosas de los jugadores del Paarl Boys’ High School, que después nos sirvieron en el partido”.

Antes de emprender la gira, los entrenadores dejaron en claro que este grupo de jugadores había sido seleccionado por su potencial y que tendrían buenas chances de conformar el próximo preseleccionado de Los Pumitas. “Hablamos mucho entre nosotros de la chance de estar en las próximas convocatorias para el seleccionado juvenil. A fin de año habría una primera concentración para el plantel de Los Pumitas, pero nadie nos comunicó nada oficialmente. Así que habrá que seguir entrenando con todo para tener otra oportunidad. Hay mucha competencia y no se puede dar ni un paso de ventaja porque te quedás muy atrás”.

Al igual que le sucedió a Ignacio Calles cuando empezó a incursionar en los seleccionados juveniles, Bonavento deberá concentrarse en jugar de hooker para seguir siendo tenido en cuenta: “me gusta jugar de pilar izquierdo o de hooker. Me siento cómodo en las dos posiciones, pero ya me dijeron que me tengo que mentalizar en jugar de hooker. A este nivel los pilares tienen una altura y un tamaño más grande, entonces mi físico apunta más a ser hooker”.

De regreso a Los Cardos, Bonavento se enfoca en seguir dando su mejor esfuerzo y sorprende con un objetivo que se diferencia de la elección de gran parte de los juveniles tandilenses por estos días: “Por ahora mi objetivo es seguir jugando en la Menores de 19 del club y ponerme al día con el colegio, porque no hice lo que tenía que hacer durante el año y cuando me surgieron los viajes se me terminó de complicar. Hay muchos chicos del club que se van a jugar a Buenos Aires, pero en principio, mi objetivo es quedarme acá y llegar a jugar algún día en la primera de Los Cardos. Me faltan muchas cosas por mejorar. Perfeccionar la técnica de juego en general. Creo que mi virtud es que soy un poco más dinámico que el resto de la primera líneas y puedo rendir un poco más en el suelto”.

FUENTE: DIARIO EL ECO DE TANDIL

 

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